He volado a Europa para cumplir el mandamiento de Dios de predicar el evangelio en todo el mundo. Sin embargo, cuando le pregunto a la gente: “¿Ha escuchado acerca de Dios Madre?”, me rechazan con la mano y simplemente pasan como si no estuvieran interesados. A veces me siento sin energía, pero hay un versículo que me da ánimo y fuerza.
“Y ve y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así ha dicho
Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar.” (Ez. 3:11)
Cada palabra de Dios en la Biblia se cumple sin falta. Las noticias de salvación
seguramente también serán entregadas a todas las naciones. Confiando en la palabra de Dios de predicar escuchen o dejen de escuchar, hoy también predicaré fuertemente el mensaje sobre la Madre celestial. Hasta que mi misión de predicar el evangelio en todo el mundo se haya completado, renunciar no está en mi vocabulario.