Muchas veces tuve problemas con muchas preocupaciones cuando estaba a punto de llevar a cabo un plan. Sin embargo, solo oraba a Dios cuando estaba desesperado. Pero desperté mi mente cuando me di cuenta de que no eran mis planes y mis esfuerzos los que hacían todo posible.
“El corazón del hombre piensa su camino; mas Jehová endereza sus pasos.” (Pr. 16:9)
Todo me ha sucedido hasta ahora de acuerdo con la voluntad de Dios, incluida mi experiencia misionera en el extranjero. Parecía que era yo quien hacía un plan y trabajaba en él, pero si Dios no me hubiera dirigido, no habría podido hacer nada. Doy gracias a Dios Elohim por caminar con nosotros hoy también y guiarnos al cielo.