Cuando recibimos el Día de los Padres en mayo, nuestro club del campus llevó a cabo la campaña: “De recibir amor a dar amor”. Preparamos este evento para expresar nuestro agradecimiento a nuestros padres, que no pudimos expresar en los días comunes, a través de nuestros claveles hechos a mano y cartas manuscritas.
Hoy en día, las personas siguen la tendencia de dar a sus padres dinero o regalos en lugar de claveles, por lo que nos preocupaba que la participación de los estudiantes fuera baja. Sin embargo, nuestra expectativa resultó estar completamente equivocada. Mientras llevamos a cabo la campaña durante dos días, tuvimos que extender el evento por una hora más porque la fila de estudiantes que venían a la cabina no terminaba.
Los miembros de nuestro club colocaron un papel que explicaba cómo elaborar claveles, y los materiales sobre la mesa, para que los estudiantes pudieran elaborarlos personalmente. Mostraron un ejemplo a los estudiantes que tenían dificultades para hacer claveles y les ayudaron a expresar su agradecimiento a sus padres. Los estudiantes que hicieron los claveles por primera vez, dijeron: “Parece fácil, pero es bastante difícil”, “Nunca podríamos hacerlo sin sinceridad”, etc. Cuando terminaron de elaborarlos, escribieron cartas a sus padres.
Como somos la generación que usa más mensajes de texto que cartas escritas a mano, uno de los estudiantes dijo: “Nunca escribí una carta, así que me da un poco de vergüenza. Sin embargo, me sentí impresionado cuando la escribí. Debería escribir cartas de vez en cuando”. Estuvimos de acuerdo con este estudiante. Mientras llevemos a cabo la campaña conmovedora en donde los hijos acostumbrados a recibir trataban de expresar su agradecimiento a sus padres, esperamos que nunca dejemos de transmitir gratitud a los padres pensando que conocerán nuestro agradecimiento, aunque no se lo expresemos.