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Contracubierta

Es más fácil cambiar

2019.06102
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  • La Dra. Bernice Andrews, del Royal Holloway, de la Universidad de Londres, realizó un experimento con más de cien mujeres de mediana edad; el 79 % de ellas tenía baja autoestima y depresión. Quería saber cómo habían cambiado a lo largo de siete años. La investigación de seguimiento reveló que solo el 4 % de las mujeres seguía teniendo el mismo diagnóstico, lo que indicaba que la gente sin duda puede cambiar, ya sea debido a diferentes entornos o ciertos eventos. Hemos visto personas irritables volverse amables, y personas pasivas volverse positivas; por eso tiene sentido.

    Así que no debe desanimarse solo porque no le gusta su personalidad. Hay espacio para el cambio en la medida en que no se dé por vencido. Está bien, aunque le falte fuerza de voluntad, lo cual es el mayor problema. Se dice que la mayoría de las personas finalmente logra lo que han retrasado cuando se les proporciona el entorno y las oportunidades adecuadas.

    Constantemente enfrentamos entornos y oportunidades para cambiar nuestra personalidad al leer y escuchar la palabra de Dios acerca de las cualidades necesarias para entrar en el cielo. Para nosotros es mucho más fácil cambiar que no cambiar.

    “Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.” (2 P. 1:4-7)
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