Durante la fiesta de predicación en torno al último Día de Pentecostés, las personas se bautizaban todos los días. Nuestra gran pasión y entusiasmo por el evangelio durante las fiestas solemnes y las fiestas de predicación se extendieron por las zonas cercanas a Brasilia. Después de la fiesta, siete miembros fueron a una misión de corto plazo a Governador Valadares, Caratinga y Manhuaçu en el estado de Minas Gerais durante cuarenta días.
Partieron de Brasilia con una firme voluntad de encontrar a nuestros hermanos y hermanas perdidos del cielo, y después de un día entero de viaje, llegaron a Governador Valadares. Habíamos estado allí una vez para una misión de corto plazo en febrero. Primero, visitamos a quienes conocimos durante nuestro primer viaje misionero.
“He estado esperando que vuelva. He querido asistir a la iglesia después de escuchar la palabra que me enseñó, pero no podía ir a cualquier otra iglesia donde no hay salvación.”
La hermana Nathalia, que nos acogió con una cálida bienvenida, recibió la verdad con un corazón agradecido, como había esperado durante meses. Ella guio a su esposo y a sus tres hijas a los brazos de Dios de inmediato. Su esposo también comprendió las profecías de la Biblia y guardó los cultos, alabando a Dios Elohim.
Otra miembro de la familia celestial que conocimos en Governador Valadares es la hermana Cristina. Ella había estado en una iglesia protestante durante mucho tiempo, pero se bautizó inmediatamente después de estudiar acerca de “La familia celestial y la familia terrenal”. Ella compartió con sus hijos la bendición que había recibido, y creció en la fe en Dios Elohim, estudiando la Biblia todos los días durante nuestra estancia.
En Caratinga, la segunda área de nuestra misión, conocimos al hermano Alessandro, que trabajaba para el servicio de entrega a domicilio. Lo conocimos cuando lo abordamos por su casa durante sus horas de trabajo. Fue respetuoso de la Biblia y tomó en serio las palabras de Dios; voluntariamente se tomó el tiempo para estudiar la Biblia después de su trabajo a pesar de que ya era tarde.
“He estado en muchas iglesias, pero ninguna de ellas me mostró la verdad absoluta. Gracias por entregarme las buenas nuevas. Guardaré mi fe en la Iglesia de Dios hasta el final.”
Como dijo, guardó su fe de una manera piadosa, visualizando los sermones en vídeo de nuestra iglesia todos los días. La hermana Ivanete también había asistido a muchas otras iglesias y había buscado la verdadera iglesia durante mucho tiempo. Ella aceptó con alegría la verdad acerca de Dios Madre y la Pascua cuando nos conoció. Aunque tenía que dormir durante el día porque trabajaba en turnos nocturnos, reservaba tiempo todas las mañanas para estudiar, sedienta de la palabra de Dios. En Caratinga, la mayoría de las casas están construidas en las montañas. Entre ellas, la casa de nuestra hermana estaba casi en la cima de la montaña. No obstante, continuó guardando los cultos con su hijo, subiendo y bajando las montañas empinadas.
No podemos olvidar el tiempo en Manhuaçu, el último lugar de nuestra misión. Predicamos la palabra de Dios diligentemente durante una semana, pero nadie mostró interés en la verdad. Los miembros de la familia celestial que fueron encontrados después de nuestra unidad y paciencia, hicieron que nuestro tiempo fuera más valioso y precioso.
El hermano José y la hermana Ingridi son una pareja que había estado siguiendo otra denominación. El hermano tenía especialmente una firme confianza en su fe, que solo nos dejó hablar después de haber expresado primero todo lo que quería. Pero a medida que le hicimos conocer a través de la Biblia la existencia de Dios Madre, mostró una reacción inesperada.
“No sabía que existía la Madre en la Biblia.”
Cuando les mostramos la verdad sobre el Día de Reposo y la Pascua, ambos llegaron a los brazos de Dios como mansos corderos y comenzaron su nueva vida de la fe en la Iglesia de Dios. Cuando la pareja confirmó en la Biblia las profecías acerca de Cristo, que vino por segunda vez, se conmovieron profundamente y guardaron todos los cultos.
Casi pasamos de largo por el hermano Rafael y la hermana Gisele porque su casa estaba muy dentro del camino. Pudimos encontrarnos con ellos porque sus hijas, que jugaban cerca de la carretera, nos llevaron a la casa justo a tiempo. Sentimos que no teníamos suficiente tiempo, ya que solo faltaban tres días para el final del corto viaje misionero, no obstante, comprendieron al Padre y a la Madre celestiales y recibieron la bendición de una nueva vida.
El viaje de predicación de cuarenta días terminó después de encontrar a más de sesenta miembros de la familia celestial. Damos gracias a Dios por concedernos un resultado tan lleno de gracia.
El evangelio ha sido predicado en casi todas las regiones a las que podemos llegar en un día en automóvil desde Brasilia. Una vez más, nos uniremos con la iglesia de Aracaju, Brasil, y partiremos para una misión de corto plazo a Alagoinhas en Bahía y Arapiraca en Alagoas. Es una distancia tan grande que tenemos que tomar un avión a Aracaju y luego un autobús, pero no hay razón para dudar cuando pensamos en los miembros de la familia celestial que deben de estar esperando ansiosamente las nuevas de salvación. Recorreremos el camino del evangelio sin detenernos hasta que todos los pueblos y calles de Brasil se desborden con la gracia de la salvación de Dios.