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El Evangelio del Reino en Todo el Mundo

Buscando perlas en la arena con un corazón agradecido

2019.12122
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  • Me sentía exhausta en el trabajo después de graduarme de la universidad. Para recobrar fuerzas, participé en una misión de corto plazo, y luego empecé en serio la misión en el extranjero. El país que elegí para realizar la misión en el extranjero fue la India, que es conocida como la tierra de los dioses.

    La India tiene mucho que ver con los dioses. Para los hindúes, la religión es la vida misma y son religiosos en su vida diaria. Entre numerosos dioses, rezan siempre que pueden a aquellos en los que creen, y se toman vacaciones en sus festividades religiosas. No fue fácil predicarles acerca de Dios Elohim, los Salvadores de esta época. Aunque explicamos que la Biblia es verdadera y que existe no solo Dios Padre, sino también Dios Madre, rechazaron la verdad y dijeron: “Los libros que leo también se basan en la ciencia y los hechos”, o: “Todos los dioses son iguales”.

    Aunque algunos mostraban interés en la verdad, había otro problema. La situación económica de la India ha mejorado según los informes, pero la ciudad en la que estaba, todavía se encontraba bajo condiciones deficientes. La mayoría de las personas tenían dos empleos para subsistir, lo cual les impedía tener tiempo de estudiar la Biblia.

    Un miembro de la familia celestial encontrado en tal situación, era como una perla en la arena. Había un hermano que era hinduista, pero se convirtió al cristianismo porque creía que un familiar se había curado de su enfermedad cuando oró a Dios. Recibió la verdad a través de un vecino que asistía a la Iglesia de Dios, y llevó a su esposa e hijos a Sion. Su familia guardó las santas ordenanzas de Dios y aprendió la palabra de Dios, lo cual revitalizó la atmósfera de Sion. Su hijo de tres años nos saluda: “Dios los bendiga mucho”, de una manera encantadora después del culto. Estoy segura de que Dios también está complacido con él.

    Mientras predicaba para encontrar hijos celestiales como la familia del hermano, he formado el buen hábito de dar gracias en todo. Unos diez días a partir de fines de mayo son los más calurosos de la India. En la ciudad donde me quedé, la temperatura superó los 46 ºC, pero agradecí que no excediera los 50 ºC. Cuando predicaba de puerta en puerta bajo el calor abrasador, me sentí agradecida nuevamente por predicar las buenas nuevas del reino a través de las cuales podemos estar exentos del castigo del infierno.

    Y también pude entender el corazón del Padre celestial, quien predicó el evangelio solo. ¡Qué triste debe de haberse sentido, viendo las almas que rechazaron las buenas nuevas de salvación por su vida ocupada! Pero también debe de haberse sentido muy complacido al encontrar a un hijo.

    ¿Es porque soy hija del Padre y la Madre celestiales? Se siente grandioso ver a los miembros nuevos crecer en la fe en Sion. Independientemente de las circunstancias, continuaré haciendo la obra más gozosa y alegre dando gracias en todo. Con diligencia, exhaustivamente encontraré todas las perlas escondidas en la arena.
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