“Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, […]” (Is. 33:20-22)
Deseo presentar nuestra Iglesia de Dios a la gente como la verdadera iglesia testificada en la Biblia, por eso siempre muestro estos versículos. Es una de las formas más fáciles para mí de explicar que nuestra iglesia es Sion, donde celebramos las fiestas de Dios.
Además, cuando nuestra Madre celestial nos envió un vídeo especial sobre la madre pata que vivía en el Templo de la Nueva Jerusalén en Imae, ya que se sentía segura allí, sentí más profundamente el valor de estos versículos de la Biblia. Incluso las criaturas pequeñas como los patos saben que Sion es una morada de quietud y se consuelan en los brazos de nuestra Madre celestial.
Sion, donde habita la Madre celestial, no es solo un lugar donde las personas pueden celebrar las fiestas solemnes de Dios y ser bendecidas, sino también una morada de quietud, un refugio seguro para nuestras almas. No importan los problemas y dificultades que experimente en este mundo, pues me siento en paz porque todos ellos desaparecen cuando llego a Sion. Cuando enfrento dificultades, puedo sonreír y alegrarme porque las supero con la Madre celestial.
De ahora en adelante, daré testimonio con valor de nuestra Madre celestial que nos mantiene a salvo, cuando explique a las personas acerca de Sion. Sion es realmente una morada de quietud gracias a nuestra Madre celestial. ¿No vale la pena jactarse de la Madre celestial que nos da paz y felicidad?